No quiero salir, no quiero llegar, oscuridad en mi patio, trágicas escenas en cascadas que se me agolpan, luces de conchas frías, ahogo que tapa mi garganta, corazón que salta en oscuridad, aunque no es de noche, desamparo, sufrimiento, agitación. Cuidado, prevención. Lo malo amenaza con llegar. Tropieza lo ilógico. Monstruos gigantes que se me avecinan. No hay quien comprenda. Sola y petrea miro a mi alrededor, no puedo rehuir, pero quiero huir, los pies no me ayudan. ¡Que desesperación¡, los rezos no calma mis agites.
Grito por dentro, nadie me puede oír, vacilo, retrotrayéndome para atrás. No hay calles sino finales de callejones, estiércol en vez de grama, ¿Qué hago? ¿a dónde iré?, mi pulso casi revienta, el cansancio agobia mis pulmones, no hay babas, porque no hay enfermedad, se me seca la boca, no puedo carraspear. Estoy ausente, es una llaga que se encona, Dolor que no tiene que o quien lo pueda reconfortar, Esto es casi la enajenación...
Muy bueno :)
ResponderEliminarLa ansiedad es el mar profundo, hondo,
ResponderEliminarque viene y nos desvela
con su rumor de muerte.
La salida viene por tomar la carretera que te saca de tu ciudad natal y no perseguir la vida, vivirla.